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La verdadera y fascinante historia de cómo el fútbol argentino llegó a FIFA Gate

 

Hasta mediados de los 80′, la televisación del fútbol en la Argentina se reducía a espasmódicos intentos que de vez en cuando se factibilizaban en la pantalla del canal oficial, el 7. Siempre dependería del "interventor de turno" o del perfil que quisiera darle el director ocasional. En uno o en otro caso, el canal pagaba mal o directamente no le pagaba por el usufructo de esos derechos a la AFA.

 

Julio Grondona advertía que en otros países el "producto fútbol" tenía un valor denario ponderado mientras que aquí lograba un austero y esporádico reconocimiento económico. Siempre se recordará la lucha de Julio D'Amato, el histórico y entrañable productor de tales transmisiones, quien a pesar de sus esfuerzos -un poco antes de los 80'- no lograba que el canal tomara al fútbol como una seria oportunidad de audiencia y de negocios.

 

Algunos miembros del Comité Ejecutivo eran amplios conocedores de lo que ocurría en Europa y le reclamaban al presidente Julio Grondona que direccionara la búsqueda de mayores ingresos para los clubes de fútbol a través de la televisión. Es que cada uno de ellos negociaba los derechos de transmisión de sus clubes en el marco de una copa internacional, ya sea la Libertadores, la Supercopa Sudamericana o la gran final Intercontinental. Estos dirigentes alternaban con los ejecutivos de los diferentes canales, se interesaban por saber cada día más sobre el negocio y uno de ellos – Carlos Heller, por entonces vice de Boca – invitó al país a ejecutivos de Dorna, una empresa española que estaba dispuesta a incursionar en el potencial negocio que ofrecía el Campeonato Oficial de la AFA.

 

Se produjo entonces (1985) la aparición de Carlos Avila, un visionario, el verdadero arquitecto de este fenomenal negocio quien nunca había sido escuchado cuando le proponía a la AFA su idea, "Fútbol de Primera". Carlos Avila, después de muchos años de lucha y trabajo en otros menesteres vinculados a la venta publicitaria y el marketing, había logrado producir un programa de golf en el Canal 7. Pero su obsesión era poner en el aire compactos de los principales partidos de fútbol, pasar los goles e insertar reportajes a los actores. 

 

Necesitaría dos cosas: un contrato largo y exclusivo con la AFA y el dinero para una significativa inversión tecnológica. Debió seguir esperando por ambas cosas pues el primer contrato con la AFA fue "a prueba" por tres meses. Casi un año después, en 1986, logró ambas cosas y aplicó una estética moderna que convirtió a su producto "Fútbol de Primera" en un clásico de los domingos por la noche.

 

Este contrato entre la AFA y Torneos y Competencias, la empresa fundada por Carlos Avila y José Pepe Santoro, un caballero lamentablemente fallecido, tuvo un crecimiento exponencial con pocos precedentes en la industria de la comunicación. Pero se cruzaron factores azarosos que cambiaron su destino. Veamos:

 

–En 1989 a poco de asumir el presidente Carlos Menem habría de ratificarles a las empresas periodísticas Editorial Atlántida S.A y Grupo Clarín S.A la asignación de los canales Once y Trece en el marco de su política de privatizaciones.

 

–En 1990 Constancio C. Vigil, Director Ejecutivo de la revista "El Gráfico" y miembro del directorio de Telefe, logró convencer a Carlos Avila para que en 1991 su programa "Fútbol de Primera" pase de Canal 7 a Telefe haciendo jugar el prestigio de "El Gráfico" como medio de apoyo, más la jerarquía de la nueva pantalla, la buena amistad con Julio Grondona y la estrecha y natural vinculación de ambos con el "mundo del fútbol nacional e internacional". Ese año – más precisamente, el 1 de Marzo- un joven lleno de sueños y talento llamado Marcelo Tinelli debutaría en un programa de medianoche llamado Videomatch.

 

–En enero de 1991, Gustavo Yankelevich, Gerente Artístico de Telefe, le daría al talentoso joven Marcelo Tinelli la responsabilidad de un show llamado "Ritmo de la Noche" los domingos a las 21 horas para reemplazar "solo por el verano" a Gerardo Sofovich quien se iría de vacaciones a Punta del Este para retomar en marzo su programa "La noche del Domingo". Mientras tanto, en Torneos y Competencias, Carlos Avila y su hijo Juan Cruz, el productor que le fue modificando con fino tono artístico el diseño, la imagen y los sonidos a "Fútbol de Primera" hasta convertirlo en una expresión innovadora de la televisión argentina, se preparaban para el gran debut en Telefe.

 

–Un mes después, en Febrero de 1991, Constancio Vigil le preguntó a Gustavo Yankelevich cuándo quería hacer la reunión con la gente de Torneos y Competencias para coordinar el "operativo Fútbol de Primera" los domingos a las 22 horas. Grande fue la sorpresa de Vigil cuando Yankelevich le respondió: "Olvídese Constancio, el programa 'Ritmo de la Noche' seguirá en el aire, marca más de 30 puntos con picos de 35, Tinelli es inamovible, es nuestra estrella, lo siento pero 'Fútbol de Primera' deberá encontrar otra pantalla…".

 

–Alejandro Romay, director propietario de Canal 9 recibió a Carlos Avila, Pepe Santoro y al nuevo socio de ambos en Torneos y Competencias Luis Nofal (10% de las acciones) con su habitual cordialidad. Tal su costumbre escuchó con atención la propuesta: "Don Alejandro nos fuimos del 7, era imposible seguir allí y le traemos nada menos que a nuestra 'vedette', sí 'Fútbol de Primera' para su Canal 9, ¿qué nos dice?", preguntó orgulloso Carlos Avila. "Verán queridos amigos" –comenzó diciendo Don Alejandro-, conozco el valor del programa pero ya he contratado a Mario Pergolini que transformará a las audiencias de la televisión, será un éxito, competirá con Tinelli y lo voy a programar a las 22 horas". Cuando estaban a punto de retirarse a Romay se le ocurrió algo: "A ver, esperen… Lo que podemos hacer es mandar los goles de 21 a 22, luego va Mario de 22 a 23.30/23.45 y atrás de él mandamos los compactos editados con lo mejor de Boca, River y los clásicos , ¿les va así?". La idea se puso al aire pero no funcionó. Se había desnaturalizado el programa, los anunciantes manifestaban su disconformidad, Tinelli seguía batiendo récords de audiencia, Sofovich debió llevar todos sus programas ("Polémica en el Bar", "La peluquería de Don Mateo" y "La Noche del domingo") al Canal 7, ocupando además el cargo de Director General designado por su amigo el presidente Carlos Menem. Y ante este panorama a Torneos y Competencias le quedaba una sola opción para 1992: llevar "Fútbol de Primera" al Canal 13. Y ello habría de significar el comienzo de otra historia y otros destinos.

 

–La propuesta de Torneos y Competencias fue un éxito en Artear/El Trece. Pero tanto a Carlos Avila cuanto a sus socios Pepe Santoro y Luis Nofal les quedó claro que el canal no vendía espacios, debía ser socio. Y además, para liberar esa franja horaria de los domingos a las 22, tenía que prescindir nada menos que de Tato Bores, el más grande monologuista de la televisión argentina y uno de los más exquisitos artistas del humor político que disfrutó nuestro país.

 

–Un año antes, en 1991, el nuevo socio de Torneos y Competencias se llamaba Telered Imagen (Grupo Clarín S.A bajo la razón social Inversora de Eventos) que vía Televisión Satelital Codificada comenzó a televisar un partido los sábados. Quien no estaba adherido al cable no lo podría ver. Los dueños de los cables del Gran Buenos Aires y del Interior -en aquella etapa inicial de la industria- hacían horas de fila para pagar el Fútbol Satelital Codificado en efectivo y por adelantado en las oficinas del 10 piso de la calle Libertad al 500 donde funcionaba la original Torneos y Competencias. Se incrementaba notablemente la cantidad de abonados a su empresa, Multicanal. Y entonces el Grupo Clarín, asociado a Torneos y Competencias tuvo su propia señal: TyC Sports. Al mismo tiempo, y como parte de su lógica expansión, comenzó a comprar tantos cables de todo el país como pudo y a un precio ponderado. Cuando pasaron los 200 cables habían cambiado la dimensión del negocio, la influencia en el fútbol nacional y continental, provocando la lenta extinción de sus competidores VCC primero y más tarde Cablevisión. Por cierto que Constancio Vigil le hizo un juicio a Carlos Avila con sentencia favorable.

 

–El insuperable éxito de Marcelo Tinelli, desde ese verano del 91', modificó todo, cambió el mapa del negocio del fútbol y la vida de los principales actores. Carlos Ávila compró el canal América como parte de su estrategia de conformar un grupo multimediático y cedió al grupo inversor Liberty el 30% de sus acciones. Poseía una parte de la emisora La Red, el 10% de Ámbito Financiero y la revista "El Gráfico". Es cierto que lo perjudicó la peor crisis económica de las últimas décadas, la de los 2000, y tal vez fue por ello que le ejecutaron una deuda dejándolo afuera de la empresa que él mismo había fundado. Su socio Luis Nofal (lamentablemente fallecido en Marzo de 2010) pasó a formar parte del holding que absorbió a Torneos y Competencias con un 20 % y su familia es socia de Direct TV Latin America con el 40%, el fondo de inversión suizo-norteamericano DLJ Offshore Partner con otro 20%, y Alejandro Burzaco tenía el 20% restante que le valió para destituir a Carlos Avila, iniciador de todo este negocio.

 

Luego de desplazar sorpresivamente a Carlos Avila en el 2006, DirectTV, que poseía el 40% del paquete accionario sin ejercer el managment, oficializó a Alejandro Burzaco -procedente del grupo CEI junto a Ricardo "Gato" Handley y Raul Moneta– como nuevo CEO de la empresa. Y esto implicó una nueva relación con la AFA, con las distintas federaciones y confederaciones y hasta con la FIFA, de la mano de Julio Grondona.

 

Hasta la muerte de Grondona en Julio de 2014 Alejandro Burzaco fue el dirigente número dos de la AFA y sus relaciones con los ejecutivos de la Conmebol eran fluidas, permanentes y de enorme influencia económica y política. Podría decirse que así como en su tiempo Carlos Avila había puesto su empresa a disposición de los dirigentes de la AFA, a quienes siempre asistía generosamente con anticipos y otras "atenciones", Burzaco había logrado en contrario que la AFA se subordinara a las aspiraciones de Torneos.

Probablemente hallemos la razón de esta percepción en la rescisión unilateral del contrato de la AFA con "Fútbol de Primera" para dar lugar a "Fútbol para Todos" en Octubre de 2009. Julio Grondona sabía que la AFA sería demandada y Alejandro Burzaco, CEO de Torneos, se convertiría en un puente entre el Grupo Clarín y la AFA. Podría decirse que estas tres partes tenían una relación societaria y que como tal todos deberían tener el pleno conocimiento de proyectos, negocios e inversiones realizadas o a realizar. Difícilmente Julio Grondona hiciere algo macro, importante comercialmente que Burzaco no supiere y viceversa.

 

Es así como Torneos conservó los derechos de televisación de la Selección Nacional, las copas oficiales de la Conmebol y del Mundo de la FIFA a cambio de congelar la multimillonaria demanda contra la AFA. Fatalmente coincidente, el descenso de River Plate en 2011 revalorizó los derechos del Nacional B que Grondona le facilitó a Torneos a través de Burzaco, otorgándole la producción periodística y técnica como paso inicial a una convivencia operativa entre "Fútbol para Todos" y Torneos que terminó afianzándose con el tiempo. Obviamente River Plate exigió que se le mantuviera el rango de retribución económica –la oficial más el plus de reconocimiento confidencial que históricamente Torneos les concedió a Boca y a River y que la propia empresa les pagaba- por las transmisiones de sus partidos tal como si estuviera en la Primera División . Obviamente Torneos bajo la intervención de Grondona se hizo cargo de ese pago que incluía además otros tres partidos de la categoría.

 

Podrá advertirse que el mundo de la televisión y el fútbol es fascinante, complejo y corrupto. El fútbol necesita generar cada día más dinero para optimizar unos ingresos que les permita la contratación de estrellas y pagarles salarios proporcionales. Las empresas necesitan contratos largos para justificar sus inversiones, sus estructuras, su tecnología, sus cuantiosos gastos y sus cada vez más calificados profesionales. Y prefieren asociarse entre competidores "irreconciliables" para maximizar el pago por derechos y coimear a quien sea antes de perder participación. El coimeado llevará el espurio dinero a su bolsillo pero a su vez responderá con el éxito de haber obtenido un mejor contrato para su federación. Un planeamiento razonable les impone a las empresas tener "derechos por muchos eventos en el tiempo" pues ello justifica su naturaleza comercial. Las federaciones, confederaciones y la FIFA se proponen aumentar cada vez más sus ingresos. Y en esa dinámica circular en que todos quieren más con un dinero a futuro que no es ni de un Estado, ni de ahorristas, ni de inversores, ni de jubilados, ni de instituciones, se generan casos como el que se ventila en la Justicia de los Estados Unidos donde "corruptores" y "corruptos" se delatan desesperadamente por obtener lo que ningún dinero les devolverá: una vida digna.