Fin de una era: Marcelo Tinelli cerró LaFlia, la productora que nació como una “familia” y terminó en la ruina
La decisión fue informada a los trabajadores a través de una reunión por Zoom encabezada por Chato Prada y Federico Hoppe.
Marcelo Tinelli, el histórico conductor que durante décadas fue sinónimo de éxito, espectáculo y rating en la televisión argentina, atraviesa el ocaso definitivo de su imperio mediático. Este lunes, y tras meses de rumores, se confirmó oficialmente el cierre definitivo de LaFlia Contenidos, su productora fundada en 2018 como una promesa de continuidad tras la caída de Ideas del Sur. La noticia fue revelada en el programa Ángel Responde, que conduce Ángel de Brito en Bondi Live, donde el periodista Pepe Ochoa no dejó lugar a dudas: “Cierra oficialmente LaFlia. Se lo acaban de comunicar a todos sus empleados. La productora de Marcelo Tinelli llegó a su fin. No existe más”.
La decisión fue informada a través de una reunión por Zoom encabezada por Chato Prada y Federico Hoppe, históricos laderos de Tinelli, quienes notificaron a todos los departamentos sobre el cierre y les ofrecieron una propuesta de indemnización. Sin embargo, lo que debería haber sido un final ordenado llega luego de una extensa y dolorosa agonía marcada por salarios impagos, embargos judiciales y una profunda crisis económica que Tinelli negó sistemáticamente hasta que le explotó en la cara.
Durante más de 30 años, Marcelo Tinelli dominó la televisión argentina desde lo más alto del rating. Desde Videomatch hasta Showmatch, pasando por Bailando por un Sueño, Tinelli era el rey indiscutido del prime time. Pero en los últimos años, su figura entró en una pendiente sin retorno. El regreso del Bailando en 2023, esta vez por América TV, pretendía ser su salvavidas, su carta de resurrección. Pero lo que encontró fue una audiencia indiferente, números pobres y una industria que ya no gira a su alrededor.
Ya no era el dueño del show, sino apenas un conductor sin poder real. En paralelo, LaFlia colapsaba. Según confirmó Ochoa, “la estructura era muy grande y las últimas producciones no ayudaban a sostener los costos. El Bailando estuvo muy bien, pero los números no fueron los que se esperaban. El Cantando tampoco generó mucho. Todo eso fue minando la sustentabilidad”. Así, una productora que supo tener cientos de empleados quedó en la cuerda floja, sin proyectos y sin horizonte.
A pesar de las evidencias, Marcelo Tinelli insistía en negar lo evidente. “No tengo ningún problema económico ni financiero”, declaró hace unos meses. Pero los hechos lo contradicen: su productora acumulaba deudas salariales, aguinaldos impagos y hasta denuncias del Sindicato Argentino de Televisión (SATSAID), que aseguró que muchos trabajadores pasaron meses sin cobertura médica. “Es inadmisible que la empresa especule con el sustento de los trabajadores”, afirmaba el gremio.
La situación llegó a tal punto que empleados, jurados y técnicos del Bailando y el Cantando comenzaron a organizarse por WhatsApp para reclamar pagos. “Nos deben dos meses y nos cortaron la obra social”, fue una de las denuncias recogidas en Argenzuela, el programa de Jorge Rial, meses atrás. Exactamente en febrero de este año, cuatro meses antes del cierre de la productora. Mientras tanto, muchos ya fueron “liberados” para buscar nuevos trabajos: “No hay plata”, admitían desde adentro.