Como Funimation/Sony se tragó Crunchyroll (incluida su filial EMEA, ahora se volvió casi un monopolio. Con SATO Company enfocándose en tokusatsu y animes de culto, Toei LatAM con una pereza por sus franquicias estrella (Dragon Ball, Saint Seiya, Sailor Moon, One Piece y Precure), Konami Cross Media NY (antes 4Kids/4K Media) focalizada en YuGiOh, Televix con sus animes incompletos, una Netflix bipolar (unos animes son buenos, otros no tanto), y una Prime Video que le cayó a palos a avalancha de suscriptores por redoblar la fimoteca de Evangeion en Argentina, una Pluto TV que recoje animes viejos (y algunas co-producciones anglo-japonesas), y una TUBI que de momento no se ha expandido al resto de la región, los morados de Texas ya cubren todo el mundo de la distribución anime (excepto Asia donde tienen sus distribuidoras).
Esperemos que Sony no lo la embarre como lo hizo con Animax en LatAM (ahora Lifetime LA) que lo transformó en un clon de MTV o un Boomerang Too (que de por sí el ex canal de la B celeste era juvenil hasta 2014)