Quiero revivir el tema a punto de terminar el año con una reinvención diferente de la historia, más o menos lo que habría sucedido entre los 50s y 80s:
Digamos que el canal fue fundado tal como pasó, y que a fines de los 50s e inicios de los 60s ocurrieron los problemas de transmisión y administrativos que pasaron en la vida real; pues habría existido una solución diferente en mi mundo alterno: el gobierno de Manuel Prado Ugarteche, contemplando los problemas más el auge de las TVs privadas, hace alianza con algunas televisoras públicas europeas de la época, como la BBC de UK, la extinta RTF Télévision de Francia o la ARD de Alemania Federal; para el apoyo de equipos técnicos y demás, con ello estabilizando su situación. Con ello, también mudarían su señal en Lima al canal 5 del que ellos también era propietarios, el 7 quedaría inactivo.
Con esto, el canal apuesta por contenido más parecido al de sus rivales América y Panamericana, pero con mayor contenido cultural y educativo, sin dejar de lado los programas concurso, musicales y sobre todo ficción, convirtiéndose en referente para Sudamérica junto con Panamericana; también pasa a financiarse con publicidad junto con los incentivos del gobierno. A mediados de los 60s, el canal 7 limeño se reactiva y pasa a convertirse en una señal educativa y cultural con emisiones intermitentes, dejando al 5 como meramente popular. En 1968, con Velasco en el poder, el primer canal mantiene su enfoque pero con un tono más ligado a las costumbres peruanas autóctonas, dejando de lado ritmos de moda como el rock y con ficciones que tenían una visión fiel al régimen; el segundo canal mantiene su programación educativa y cultural.
A mediados de los 70s, y ya con Morales Bermudes en el poder, el 7 limeño se convierte en señal alterna del 5, que no solo emitiría la programación antes mencionada, sino que se dedicaría de pleno a emitir enlatados (en su mayoría series y películas) y eventos deportivos, diferente a su señal matriz y las de Telecentro.
En los 80s, ya con la democracia restaurada, el Estado no solo devuelve las señales de Telecentro a sus dueños originales y cede otras frecuencias a nuevos propietarios, sino que busca reformar la TV pública para garantizar el pluralismo y el desarrollo de la industria audiovisual, basados en lo ocurrido en Francia, decide separar ambos canales editorialmente, manteniéndose como señales autónomas por sí mismas y con independencia editorial del gobierno; ambos canales tendrían en cierta forma los mismos tipos de contenidos, pero uno primaría por sobre el otro: el primer canal sería uno familiar que compita contra América y Pantel, donde primaría el entretenimiento (concursos, magacines, novelas, etc.); mientras que el segundo canal tendría mayor enfoque cultural y artístico, con contenido más transgresor que el del primer canal, complementado con otros contenidos como series, documentales, programas educativos, etc. Añadiendo a esto, se impone un canon a través del recibo de luz, y que cada persona tenía la libertad de ser miembro de uno de estos canales (lo que también beneficiaría a las transmisiones regionales apoyadas por ambos canales), esto último siendo parecido al modelo neerlandés y el estadounidense. En Lima, el proyecto del Canal 9 (que en mi mundo alterno habría sido diferente al que terminó siendo) fracasa, por lo que es vendido y convertido en un canal que explaye lo regional (en otro post hablaré más a fondo de esto).
Luego expandiré este tema, pero quiero dejar con esto por mientras, a todo esto, disfruten el 2023!!!!