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Historia de la televisión argentina


elholandes

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Años 1950

Se importaban los televisores desde Norteamérica y Europa, llegando unos 1.200 aparatos de tubo que eran muebles. En 1954 se fabrican por primera vez en la Argentina.

Cronología

Los primeros tiempos fueron muestra fiel de lo que ocurriría a lo largo de las décadas posteriores: locutores y artistas rápidamente se convirtieron en grandes figuras, la ficción convivió con los musicales y los noticieros con los especiales del teatro universal. El fútbol, pasión de multitudes, rápidamente se hermanó con la flamante tecnología. De todas maneras, tener un aparato en esta época era un privilegio. Los sectores populares se amuchaban frente a las vidrieras de los comercios que exhibían televisores o se sumaban al living de la casa del vecino pudiente. Y si bien en el comienzo hubo participación de empresas privadas, Canal 7, el único en el aire durante estos años, estaba manejado por el Estado.

Los iniciadores

En julio de 1951, Jaime Yankelevich y su hijo Samuel trajeron al país, desde los Estados Unidos, el primer equipamiento televisivo. Enrique Telémaco Susini, fundador de la radio en 1920, también colaboró con la faena televisiva.

Los primeros experimentos

Transmisiones en circuitos cerrados fueron el prólogo para que el 17 de octubre de 1951 se realizara la primera transmisión local: el acto llevado a cabo en la Plaza de Mayo, con motivo de un nuevo Día de la Lealtad peronista. La multitud aguardó la palabra del presidente Juan Domingo Perón y de su esposa Eva, quien ya se encontraba gravemente enferma.

Sin red

Las emisiones eran enteramente en vivo, incluyendo los avisos publicitarios que solían contener furcios y errores técnicos. La programación de esos años no era fluida y se emitía con grandes dificultades durante solo cinco horas diarias.

Las figuras

Los primeros locutores y presentadores estrella de nuestra pantalla fueron Guillermo Brizuela Méndez, Carlos Ginés, Isabel Marconi y Nelly Prince. Al tiempo, Colomba, Fito Salinas y Nelly Trenti, “la voz” de Almorzando con Mirtha Legrand, también se convertirían en celebridades muy populares.

Pasión de multitudes

El 18 de noviembre de 1951 se emitió la primera transmisión deportiva: un encuentro de fútbol disputado entre San Lorenzo y River Plate, jugado en el “Gasómetro” de Boedo. El director de cámaras fue Samuel Yankelevich y uno de los ayudantes, el luego director Nicolás del Boca.

Ensayo y error

Entre las primeras ficciones que se estrenaron en estos meses iniciales estaban Cielo negado y Néstor Villegas vigila, con Pepe Cibrián y Ana María Campoy. En 1958 los espectadores deliraron con Teleteatro para la hora del té, con María Aurelia Bisutti y Fernando Heredia.

Entre ollas y risas

Petrona C. de Gandulfo horneaba sus delicias en cámara en el ciclo Variedades hogareñas y el actor Juan Carlos Thorry, junto con los cómicos Alfredo Barbieri y Don Pelele, ofrecían un show de humor.

Para el público infantil

El grupo de teatro La pandilla Marylín, que cobijó a tantos niños que luego se convertirían en figuras reconocidas, como Beatriz Taibo, era el programa esperado por los más chicos en esa primera década de TV.

Dolor popular

El 26 de julio de 1952 falleció Eva Duarte. Durante varias jornadas, casi toda la programación estuvo dedicada a reflejar los funerales y a cumplir con el duelo nacional, evitando los musicales y los ciclos de humor.

Comienza el show

También en 1952, Blackie, quien sería una de las grandes productoras del medio, debuta con El show de las estrellas, y Tropicana Club se convierte en el primer gran espacio musical con lujoso vestuario y puesta en escena.

Llegan las noticias

En 1954 se emitirá el primer noticiero argentino con la conducción de un hombre de muy buen decir: Carlos D’Agostino. La información comenzará a ser uno de los bastiones de las programaciones hasta el día de hoy.

Tiempos de censura

En 1955,Perón es derrocado por la denominada Revolución Libertadora. Escuetamente, los locutores de turno debieron leer textos impuestos por los responsables del golpe de Estado: “Se comunica a la población que reina absoluta calma en todo el país”.

De la señora televisión al humor

En 1956 debuta en pantalla Pinky, quien rápidamente se convertirá en estrella, y Augusto Bonardo conduce Odol pregunta. Además, daban por entonces sus primeros pasos Alberto Olmedo y Tato Bores. Y aún faltaban dos años para los primeros decretos que habilitarían el funcionamiento de la TV privada. El 9 de junio de 1960 salió al aire Canal 9 y el 1° de octubre, se aparecía en los televisores porteños Canal 13.

Cada uno, ma de cuatro…

En 1958 debuta en pantalla la gran Niní Marshall, quien decide dejar la radio para probar su arte frente a cámaras. Solo realiza una temporada, ya que su conocida timidez le impide continuar en el aire.

Los nominados son…

A fines de la temporada 1959 se realiza la primera ceremonia del premio Martín Fierro entregado por Aptra, que se convertiría en el más importante de la industria. Y un año después, las empresas IPSA e IVA comienzan a medir el rating de los programas, fomentando la competencia entre los canales por la audiencia.

Los ‘50: en vivo y en base a prueba y error

Todo comenzó -después de muchos viajes, estudios, intentos y perseverancia por parte de Jaime Yankelevich- con la transmisión del acto de Evita. Acompañado por Enrique Susini, el abuelo de Gustavo Yankelevich comandó la transmisión de tres cámaras, ubicadas en un balcón de Banco Nación -la antena estaba en el Ministerio de Obras Públicas-, capaces de registrar las imágenes que hicieron historia.

No todos los argentinos pudieron ser testigos de ese hito: algunos lo vieron a través de las vidrieras de algunos comercios y unos pocos desde sus casas. Había apenas un puñado televisores a la venta y, los primeros meses, costaban algo así como cuatro sueldos promedio.

Después de aquella emisión inaugural, el 4 de noviembre se comenzó a transmitir con regularidad desde LR3 TV Canal 7. Era una suerte de imagen de radio, como bien patentó el concepto Juan Alberto Badía para uno de sus clásicos.

Los primeros en ocupar la grilla fueron los informativos (el Primer Telenoticioso argentino debutó en el ‘54), seguidos por los musicales, los deportivos (con relatos del gran Enzo Ardigó, el primer partido televisado fue el 1 a 1 entre River y San Lorenzo), los de interés general...

Pero la protagonista de la década fue la publicidad: no era tanda, era programa en sí mismo, en vivo, como los actuales PNT (Publicidad no tradicional).

No había otra opción: las caras y las voces de la patriada televisiva se alineaban con Adolfo Fito Salinas, el Negro Guillermo Brizuela Méndez, Nelly Prince, Laura Escalada, Carlos D’Agostino… Pinky (debutó con la publicidad de vinagre Alcazar) y Cacho Fontana fueron dos de los pioneros de una tele construida a diario, literal y conceptualmente.

Si le pasáramos resaltador a las grillas de los comienzos, leeríamos en amarillo fosforescente títulos como Tropicana club, La cocina de Doña Petrona, con la entrañable Petrona C. de Gandulfo (la que abrió el camino para que, más de 60 años despúes, lleguen los realities de cocina), y La revista dislocada.

 

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Años 1960

Furor por la Antena V.

Cronología

A partir de su segunda década de vida, la TV argentina se profesionaliza y las programaciones se extienden desde la mañana hasta la medianoche. Los avances técnicos garantizan una mejor fidelidad de imagen y la irrupción del video tape permite el desarrollo de un lenguaje propio y mayor ambición en las ficciones. De a poco, la industria también se fue abriendo paso en el resto del país. El 38% de la población ya cuenta con alguno de los 650.000 televisores existentes en la Argentina. Con la aparición de los canales privados, la industria se expande y se vuelve competitiva. A Canal 13, con Goar Maestre al frente, se lo considera una “escuela de televisión”. Las comedias familiares pisan fuerte, al igual que los grandes shows musicales y los ciclos de humor. Se estrenan clásicos aún en el aire como Telenoche y Almorzando con Mirtha Legrand.

¡A reír!

El humor fue uno de los puntales de esta década, en la que brillaron José Marrone, Luis Sandrini, Pepe Biondi, Juan Carlos Calabró, Carlos Balá y los uruguayos de Telecataplúm. Los hermanos Sofovich empiezan a escribir sus proyectos televisivos y Hugo Moser estrena Matrimonios y algo más.

Para la mujer

Buenas tardes, mucho gusto, el ciclo dirigido a la audiencia femenina, se destaca en la grilla de Canal 13 y aunque no fue su primera conductora, estará siempre asociado a Annamaría Muchnik. En tanto, Nelly Raymond produce un éxito: La campana de cristal.

Prestigiosos

Los directores María Herminia Avellaneda y David Stivel dan sus primeros pasos detrás de cámara. Más adelante, el llamado “clan Stivel” creará, con actores notables como Carlos Carella, Bárbara Mujica, Emilio Alfaro y Norma Aleandro, el ciclo Cosa juzgada, uno de los títulos más importantes en la historia de nuestra televisión. Y Narciso Ibáñez Menta adquirirá su apodo de “el hombre de las mil caras” con la versatilidad de sus historias para TV.

Llega más competencia

El 21 de julio de 1961 sale al aire Teleonce, el tercer canal privado, vinculado a la Iglesia, que tendrá a Tita Merello como una de sus mayores figuras. Aún faltan dos años para que Alejandro Romay se haga cargo de Canal 9 y lo convierta en una usina de producción nacional. Recién en 1966 llegará TeveDos, la señal abierta con sede en La Plata.

Entre la familia y el amor

Las comedias familiares pisaron fuerte durante esos años. Las más recordadas son La familia Falcón, con Roberto Escalada, Pedro Quartucci y Elina Colomer; Dr. Cándido Pérez, señoras, con Juan Carlos Thorry y Julia Sandoval, y La nena, con Osvaldo Miranda y Marilina Ross. Y en el cierre de la década llegará la telecomedia Los Campanelli. Además El amor tiene cara de mujer, Cuatro hombres para Eva y Simplemente María, con Irma Roy y Alberto Argibay, fueron las novelas que marcaron a la audiencia durante esta década.

Innovadores

En 1961 debuta Piluso y se instala la tertulia catódica de Polémica en el fútbol. A partir de 1962, Pipo Mancera será uno de los próceres de la década gracias a Sábados circulares, su novedoso formato, fundador de los programas de larga duración de los fines de semana. En 1964, Roberto Galán estrena Remates musicales, preámbulo del célebre Si lo sabe, cante. Y durante esa temporada, Silvio Soldán condujo Special, una gran gala semanal con la participación de músicos internacionales. En tanto, Julio Márbiz presentaba Malambo, germen de su famoso Argentinísima, que supo darle un lugar relevante a la música folclórica.

Noticieros diferentes

El Reporter Esso marcará tendencia en la forma de hacer noticieros hasta que, en 1966 y por Canal 13, Telenoche innove y se convierta en el estándar del género al reunir en su escritorio a la dupla Mónica Cahen D´Anvers y Andrés Percivale.

Para los chicos

El público infantil disfrutaba por entonces de los capítulos de Anteojito y Antifaz, los dibujos animados de García Ferré, o de Titanes en el ring, creado por Martín Karadagian. El público juvenil también contó con su culebrón escolar: Jacinta Pichimahuida, la famosa maestra encarnada por inicialmente por Evangelina Salazar.

La política en la pantalla

En 1966 es depuesto el presidente Arturo Illia y la ajetreada realidad nacional permite que resuenen potentes los monólogos de Tato Bores en su programa Siempre en domingo. Tres años después, Bernardo Neustadt impondrá el estilo de su longevo Tiempo nuevo.

El nacimiento de un clásico

En 1966, Mirtha y Silvia Legrand se volcaron a una comedia con tintes policiales, Carola y Carolina, y dos años después, por iniciativa de Alejandro Romay, Mirtha encabezará Almorzando con las estrellas, el programa hecho a su medida, que terminaría llevando su propio nombre.

En primera plana

En 1969 se produce el Cordobazo. Un periodista cordobés llamado Sergio Villarruel se destaca por su cobertura del hecho, un espaldarazo para llegar a Buenos Aires y convertirse en una de las caras de las noticias de Canal 13. Asimismo las transmisiones vía satélite se imponen y las imágenes de la llegada del hombre a la Luna confirman la importancia del medio en el país.

Un nuevo jugador

El 17 de octubre de 1970, el empresario Héctor Ricardo García se hace cargo de Teleonce, emisora a la que logra hacer más competitiva con una programación de tono popular y con figuras queridas por el público.

Los ‘60: la era de las telecomedias y la llegada de más canales

Después de nueve años, se abrió el juego, se consolidó el medio, los televisores empezaron a ser productos un poco más accesibles.

El 9 de junio de 1960 se inauguró Canal 9 Cadete y, el 1° de octubre, hizo lo propio Canal 13 Proartel. El 21 de julio del año siguiente se sumó Canal 11. A lo largo de la década también se encendió el interior del país, con emisoras locales. Y en 1966 llegó Tevedós de La Plata.

No todos se movían en la misma línea ni tenían los mismos intereses u objetivos: mandaba el criterio y la formación de sus dueños. En Canal 13 se imponía el conocimiento del grupo cubano comandado por Goar Mestre y, en el 9, el de empresarios cinematográficos que apostaban a un cambio de pantalla. El 11, de entrada, se jugaba por la repetición de series estadounidenses.  

De a poco, el 11, el 13 y el 9, especialmente a partir de la llegada de Alejandro Romay, entendieron que había que generar contenido destinado a la familia, a los vínculos, al amor a través de las telenovelas.

La llegada del videotape le quitó presión al vivo y entonces se pudieron moldear historias con tiempo: ensayo, grabación y, más adelante, edición, todos sustantivos que ahora están naturalizados pero en aquel entonces significaban un escalón más hacia la gloria televisiva.

Los auspiciantes de los ‘60 fueron clave para participar económicamente en distintas producciones, hasta, en algunos casos, colar la marca en los títulos. La ficción empezó a tallar fuerte, con historias que podían ocurrir de un lado y otro del televisor, como La Nena o La familia Falcón. O Doctor Cándido Pérez, señoras.

Las estrellas del cine ya no opacaban a las de la televisión y, en muchos casos, se trataba de las mismas caras. Comenzaba la paridad artística y popular.

Entre la enorme cantidad de títulos de la década, además de los de las telecomedias, se impusieron los de las telenovelas, como El amor tiene cara de mujer o Cuatro hombres para Eva. O los de los “programas diferentes”, como fue concebido al principio El club del Clan, con Palito Ortega, Violeta Rivas y Nicky Jones entre otros. O los Sábados circulares de Pipo Mancera, el pionero de los ómnibus.

En tiempos actuales de seriemanía empujada por el streaming, vale la pena el ejercicio de echar la vista atrás y recordar las viejas y queridas series en blanco y negro que llegaron a la Argentina para alimentar la fantasía del televidente: Patrulla de caminos, Rin Tin Tin, La dimensión desconocida, Ruta 66…

A la par del desembarco de los enlatados, la producción nacional iba en aumento e incorporaba nuevos géneros. En la segunda mitad de la década había “programas para mujeres”(como se concebía a las novelas), “para hombres” (los deportivos), para los chicos y hasta “programas para la hora de la cena”.

La TV de los ‘60 fue la que empezó a modificar algunos hábitos de la casa para no perderse tal o cual programa. La tele mandaba. Esto, escrito y leído en tiempos de TV a la carta, suena a sepia.

Pero no todo fue creciendo en el sentido deseado dentro del medio: el 28 de junio de 1966, el teniente general Juan Carlos Onganía generó un golpe de Estado, e impuso una fuerte censura a las actividades artísticas e intelectuales.

Fueron tiempos oscuros, también para la TV. Hacia el ‘68 comenzó a resurgir artísticamente: el 3 de junio debutó Almorzando con las estrellas, el emblemático programa de Mirtha Legrand que lleva 53 años de historia (cambios de nombres mediante, ahora sale por El Trece, con Juana Viale, su nieta, como conductora reemplazante por la pandemia de coronavirus).

Al año siguiente la grilla ya volvía a brillar y levantaba la vara con un clásico de la ficción seriamente hecha, como fue Cosa juzgada, una joya articulada en todos los frentes por el llamado Clan Stivel. El 20 de julio de ese año, Telenoche transmitió la llegada del hombre a la Luna.

Sólo, apenas, algunos hitos, mínimos de una aventura enorme que entraba con fuerza en su tercera década.

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Años 1970

Se imponen los aparatos con formas más blandas y con más opciones para mejorar la imágen.

Cronología

Los convulsionados años 70 impactaron de lleno en la forma en la que se hacía TV. Con el golpe de Estado, los canales fueron intervenidos y su programación fue fiel reflejo de los sucesivos cambios de gobierno. También en estos años se crea un sistema de medios que permitiese emitir al exterior y con estándares internacionales el Mundial de Fútbol que se disputó en Argentina en 1978. Al cierre de la década recién llegará el color a la pantalla local.

Clásicos

En Teleonce, Roberto Galán hace Yo me quiero casar, ¿y usted?, el famoso programa donde la gente iba a buscar pareja. Canal 9 estrena nuevos episodios de Alta comedia, un ciclo de unitarios de muy buena factura y elenco rotativo. Además, por esta pantalla se podía ver Domingos para la juventud, primero con la conducción de Orlando Marconi y luego con Silvio Soldán, quien también animará el exitoso Grandes valores del tango.

Estrellas

Antonio Carrizo y Pinky eran convocados frecuentemente para animar especiales y una joven Canela, debutante en la televisión cordobesa, comienza a hacerse conocida en Buenos Aires.

Un gran éxito

En 1972, el ya consagrado autor Alberto Migré crea Rolando Rivas, taxista (Canal 13), una ficción protagonizada por Claudio García Satur y Soledad Silveyra, que paraliza al país con su historia de amor: 4.400.000 televisores seguían sus vaivenes.

La actualidad lo invade todo

Polémica en el bar, con libros de Gerardo Sofovich, cuenta con buena audiencia y un elenco de lujo encabezado por Juan Carlos Altavista y Jorge Porcel. En la mesa se filtran las cuestiones políticas y se empieza a hablar del regreso de Perón, exiliado en Madrid. En El pueblo quiere saber, Pinky y Raúl Urtizberea reciben a políticos y los invitan a contestar sus cuestionarios. En tanto, en Teleonce las cosas se convulsionan cuando el ERP secuestra a Héctor Ricardo García, cuyo canal iba al frente de las mediciones de audiencia.

Entre el amor y la música

1973 fue un buen año para la ficción. Andrea del Boca, aún niña, protagoniza el primero de sus muchos éxitos: Papá corazón. Beatriz Taibo encabeza el elenco de Me llaman Gorrión, y Arnaldo André y Soledad Silveyra vibran en Pobre diabla, teleteatro que arrasa en Canal 13. Faltaban dos años para el estreno de otro fenómeno en la misma vena: Piel naranja. En la segunda mitad de la década, Pablo en nuestra piel y Un mundo de veinte asientos serán un suceso. Las audiencias privilegiaban las cándidas ficciones para evadirse de la convulsionada realidad. En tanto, Música en libertad y Alta tensión buscan emular el suceso de El club del clan de la década anterior, reflejando la cultura joven en pantalla.

Tiempos convulsionados

Cuando Perón muere en 1974, la estatización de las emisoras será concretada por el gobierno de María Estela Martínez de Perón. En 1976, el golpe de Estado vuelve a modificar el status quo televisivo. Desde ese momento, las Fuerzas Armadas se repartirían el control de los canales: la censura es férrea. Si la Triple A había amenazado a varias figuras artísticas en los años previos, ahora el exilio se convertía en la única opción para muchas estrellas. Durante aquel año aciago, Alberto Olmedo simuló su muerte en El chupete y se produjo un escándalo.

Ídolos de los chicos

Al margen de las cuestiones políticas, la audiencia infantil disfruta de sus animadores estrella: Pipo Pescador, Julieta Magaña y las Trillizas de Oro, y de programas como Festilindo.

Una grilla diversa

En esta década, Calabromas hacía las delicias de la familia reunida frente al televisor; Cacho Fontana conducía VideoShow y Mónica Cahen D´Anvers animaba Mónica presenta. En tanto, en plena dictadura, Mirtha regresa a la pantalla chica con sus almuerzos, atravesados por temas frívolos.

1978

Ante la realización del Mundial de Fútbol, se crea el Centro de Producción de Programas de Televisión en Colores Argentina 78 Televisora S.A. Del acto inaugural participa el presidente de facto Jorge Rafael Videla. Al año siguiente se fundará Argentina Televisora Color, nombre con el que se rebautizará luego al “viejo” Canal 7. Las transmisiones en color estaban dirigidas al exterior.

Llegan los colores

En 1980, finalmente los argentinos pueden comenzar a disfrutar de las transmisiones en color, aunque, como sucedió en los inicios del medio, no todos pueden adquirir el costoso aparato (que transmitía en PAL-N) y siguen viendo en blanco y negro. Si bien simbólicamente se suele conmemorar el paso del blanco y negro al color con una secuencia conducida por Pinky, lo cierto es que ese suceso trascendental para la historia de la pantalla chica fue protagonizado por Fernando Bravo en la previa a la emisión de un partido de fútbol que, por un error humano, no fue grabado. “He aquí la televisión en color”, dijo Pinky. Y el mundo cambió.

Los ‘70: el videotape, el humor y el drama

Momentos para destacar, de una etapa atravesada por la dictadura militar y que resistió como pudo:

1971: Roberto Galán estrenó Yo me quiero casar, ¿y Ud?, por Canal 11. Pocos meses después alcanzó 60 puntos de rating con el casamiento de los enanos Héctor y Teresita.

1974: en julio se levantó de la pantalla de Canal 13 Dele crédito a Tato, con Tato Bores, por considerarlo “elitista”.

1976: en abril, todos los canales quedan intervenidos por el Estado, justo un mes después del golpe militar.

1977: en agosto, por Canal 11, Cacho Fontana presentó VideoShow (Canal 11), dándole curso a la era de las grabadoras portátiles. Había llegado “la máquina de mirar”.

1978:  25 de junio, día en que la Argentina ganó la Copa del Mundo. Se hizo la primera transmisión color, cerrada, por Canal 7.

1979: el mando a distancia empezó a ser el nuevo chiche de los hogares. Bienvenido el control remoto.

En cuanto a los contenidos, la década se repartió entre el drama o melodrama, con Alberto Migré como pluma implacable, y el humor.

Botones de muestra de programas que dejaron huella imborrable: Rolando Rivas, taxista, la telenovela con Soledad Silveyra y Claudio García Satur que Migré diseñó para las noches del ‘72. Se paraba el país para seguir la historia del tachero y la señorita Mónica Helguera Paz. Para los críticos de la época, la telenovela ya no era sólo cosa de chicas.

Fue la década en la que la ficción también se lució con Estación Retiro, Me llaman Gorrión (con la querida Beatriz Taibo), Malevo, las primeras tiras de Andrea del Boca.

Y los humorísticos, por su parte, empezaban a ganar identidad, ya no como segmento de ciclos ajenos: los uruguayos que una década antes habían sorprendido en la Argentina con Telecataplum, ahora llegaban con Juajarana y Hupumorpo. Y los hermanos Gerardo y Hugo Sofovichplantaban clásicos como Operación Ja Ja ya con estructura de programa.

La otra gran cara del humor de los ‘70 fue la del inigualable Tato Bores: con peluca, frac y lengua afilada, sembró en esos años Por siempre Tato, Dígale sí a Tato o Tato para todos(Teleonce y Canal 13), sin perder jamas de vista la actualidad. Sus monólogos eran cátedra para analizar la cruda realidad argentina.

Imposible nombrar todos los éxitos de esa etapa, pero al menos citemos Feliz domingo, El chupete, Música en libertad y Alta tensión… Y la lista, de seguir, sería eterna.

 

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Años 1980

Los modelos llegan equipados para desarrollar el color. La mayoría de los aparatos ya contaban con Control Remoto.

Cronología

La guerra de las Malvinas en 1982 promovió noticieros embanderados con el gobierno militar que informaban con poca veracidad y la realización de programas solidarios con la intención de ayudar a los soldados en las islas. La vuelta de la democracia permitió que Alejandro Romay retomara su posesión de Canal 9 Libertad y el regreso de varias figuras prohibidas por la dictadura. Sobre el final de la década, se privatizarán los canales 2, 11 y 13.

Historias para todos los gustos

En el rubro de las comedias semanales, el público privilegiaba Stress, con Emilio Disi y Dorys del Valle, y De carne somos, con Guillermo Francella y Silvia Kutika. Trampa para un soñador, con Cristina Alberó y Alberto Grimau, y El Rafa, con Carlos Andrés Calvo y Alberto de Mendoza, son las ficciones más exitosas en el comienzo de la década. En 1982, las historias retratadas en Nosotros y los miedos abordan temas de notable profundidad y las transformaciones de la sociedad argentina de cara al regreso de la democracia. En la misma línea, un año después llegará Situación límite. En 1984 se destacan La señora Ordoñez, con Luisina Brando y Pobre Clara, con Alicia Bruzzo. En tanto, los chicos seguirán los episodios de Señorita maestra, remake de Jacinta Pichimahuida, y los adolescentes se engancharán con Pelito y Clave de sol. Más tarde, Luis Brandoni y Patricio Contreras harán Buscavidas y Migré creará el celebérrimo Una voz en el teléfono. En 1990, Calvo y Pablo Rago protagonizarán uno de los grandes éxitos de la década: Amigos son los amigos, por la pantalla del flamante Telefe. Y también llegará a su grilla Atreverse, ciclo de unitarios de notable nivel interpretativo dirigido por Alejandro Doria.

Argentina, de luto

Cuando el 2 de abril estalló la Guerra de Malvinas, el noticiero 60 minutos, emitido por ATC, se convierte en “la voz oficial” del gobierno militar, con José Gómez Fuentes. Y con bombos y platillos se cubre la llegada del papa Juan Pablo ll, quien fuera recibido por Leopoldo Fortunato Galtieri. Además se emite el polémico maratón conducido por Pinky y Cacho Fontana, Las 24 horas de Malvinas. Ese mismo año, el gobierno militar establece topes salariales a las grandes figuras que trabajan en televisión. Mirtha Legrand es una de las afectadas, razón por la cual rescinde su contrato y le inicia un juicio al Estado.

De éxitos populares a un amor polémico

Con tono amable, Héctor Larrea propone El show de la vida y Juan Carlos Mareco hace Cordialmente. Semanario insólito plantea reírse de una parte de la realidad y Eduardo Bergara Leumann estiliza la estética canyengue con su Botica del tango. Tiempo después Juan Alberto Mateyko impondrá desde entonces y por varias décadas, los programas de verano emitidos desde Mar del Plata. Causa revuelo la novela Los cien días de Ana, no tanto por su argumento sino por el romance entre sus protagonistas: una muy jovencita Andrea del Boca y el galán Silvestre. En 1983, Juan Carlos Mesa estrena Mesa de noticias, una comedia blanca que duraría varias temporadas y que llevaba su sello al mismo tiempo naïf y refinado. También debuta el logrado Badía y Cía. en Canal 9, que luego se mudará a Canal 13.

Imbatible

Cuando Romay pudo recuperar su canal, en 1984, impuso un modelo de televisión muy popular con figuras de renombre. Tal fue el éxito de su fórmula que las demás señales, aún en manos del Estado, perdieron buena parte de su audiencia. Armó una programación infalible que se apoyaba en los maratónicos Sábados de la bondad, Domingos para la juventud y Finalísima; Nuevediario, con Silvia Fernández Barrio y Juan Carlos Pérez Loizeau; Alta comedia, un sinnúmero de telenovelas, y los humorísticos Las gatitas y ratones de Porcel, No toca botón y Las mil y una de Sapag. Además, en 1989 estrenará La extraña dama, un suceso protagonizado por Luisa Kuliok y Jorge Martínez, que luego se verá en varios mercados internacionales.

Hito

El 3 de julio de 1984 se emite Nunca más, el primer programa que se refiere por a los desaparecidos. En ese momento, estalla un dispositivo explosivo en Canal 13.

Nuevas ideas

Función privada debuta con los comentarios de Rómulo Berruti y Carlos Morelli y es un clásico instantáneo para el público cinéfilo. También aportan interesantes documentales Historias de la Argentina Secreta y Planeta tierra. Hugo Guerrero Marthineitz propone entrevistas A solas y Magdalena Ruíz Guiñazú viajará al exterior en El mundo es nuestro. Y en 1985, Víctor Hugo Morales, César Mascetti y Silvina Chediek realizan El espejo, Pepe Eliaschev conduce Cable a tierra, con la mira puesta en los jóvenes, y Fernando Bravo y Mónica Gutiérrez lideran 20 mujeres. La televisión aprovecha los tiempos democráticos para poder hablar en voz alta.

Novedades

En 1985 llega Fútbol de Primera, que se convertirá en un clásico con la conducción de Enrique Macaya Márquez y Marcelo Araujo. Un año después se estrenará La noticia rebelde, con un staff de lujo integrado por Jorge Guinzburg, Adolfo Castello, Carlos Abrevaya y Nicolás Repetto.

Temporada alta

Susana Giménez estrena un formato novedoso en el país: ¡Hola, Susana!, ciclo de juegos que hacía colapsar las centrales telefónicas de ATC. Corría 1987 y comenzaba la historia de un clásico de nuestra televisión y la carrera estelar de su conductora. Ese mismo año, Sergio Renán hace Ficciones y Héctor Ricardo García logra programar Tevedos, aunque por poco tiempo. Un año después, debutan El mundo de Antonio Gasalla, La barra de Dolina y Notidormi, que impone el horario de la trasnoche como franja atractiva de programación.

Estrellas oficiales

Con la asunción de Carlos Saúl Menem a la presidencia, ATC se llena de amigos del poder como Ante Garmaz y Cristina Lemercier. Gerardo Sofovich conduce durante un tiempo los destinos de la señal y Menem, tal como se lo había prometido, le devuelve su espacio a Mirtha Legrand.

Nuevos líderes

El nuevo gobierno privatiza Canal 11, que pasa a manos de Telefe, vinculada con Editorial Atlántida, y Canal 13, que comienza a formar parte de Artear y el Grupo Clarín. En el flamante Telefe, Gustavo Yankelevich logra una programación estelar y exitosa que le hace perder el reinado a Romay. En el 13 se estrena Peor es nada, con Jorge Guinzburg y Horacio Fontova. Y, en 1990, Eduardo Eurnekian llega a Canal 2 y lo convierte en América.

Nace un divo

En 1990, el periodista deportivo Marcelo Tinelli comienza a conducir un programa de deportes, bloopers y humor llamado VideoMatch, en la trasnoche de Telefe. El primer paso para convertirse en una de las grandes estrellas del medio.

Los ‘80: el destape, el riesgo y la osadía, en un marco democrático

1980: 1° de mayo Canal 7 se transformó en ATC e inició formalmente las trasmisiones a color. El último en incorporarlo fue el 11.

1980: el 2 de julio, un incendio destruyó parte de Canal 13. Al día siguiente, Mirtha transmitió su programa desde un restaurante.

1982: el 8 de mayo ATC realizó una maratón por Malvinas, que terminó en polémica por el destino de lo recaudado. La conducción había corrido por cuenta de Pinky y Cacho Fontana.

La de los '80 fue, además de la del color, la década del cable. Cablevisión, cuarto operador en todo el mundo, empezó a emitir en julio de 1981 desde el norte del Gran Buenos Aires. En diciembre de 1982 comenzó a operar su competidora: VCC.

En 1980 se creó el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) con el fin de controlar el funcionamiento y emisión de la programación de radio y TV.

La dictadura, de todos modos, ya había ejercido su censura. Y uno de los que quedó sumergido en la oscuridad fue el Capitán Piluso de Alberto Olmedo, un entrañable personaje para chicos.

Pero en el '81, el Negro subió la apuesta con No toca botón, por Canal 9. Llegaban las “chicas Olmedo” y mostraban más de lo que ahora permitiría el criterio de género. Fue un boom.

En medio de ese tránsito hacia la democracia, la televisión siempre quiso ir por más y le subió la llama del compromiso a los unitarios, con Nosotros y los miedos, dirigido por Diana Alvarez. Luego llegaron Compromiso, Situación límite, La bonita página y, ya sobre el final de la década, Hombres de leyy Atreverse, dirigido por Alejandro Doria.

La tele sabía de ir a fondo también con la ficción. Ya era cosa seria.

Y lo era, además, desde el humor matizado por la ironía y la coyuntura, como lo demostró con La noticia rebelde en el 86, de la mano del poker de ases que integraban Jorge Guinzburg, Adolfo Castelo, Carlos Abrevaya y Raúl Becerra. O desde el humor ficcionado de Mesa de noticias, la gran creación de Juan Carlos Mesa, producido por Gustavo Yankelevich.

Fue la década del debut de Susana Giménez como conductora (1° de abril de 1987, en los mediodías de ATC) y de la competitiva televisación del casamiento de Diego Armando Maradona y Claudia Villafañe, desde el Luna Park, el 7 de noviembre.

Los 80 fueron bisagra en más de un sentido.

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Años 1990

Los televisores ofrecen pulgadas para todos los gustos. Ya casi nada de los de 14’ y el boom de los de 29’. Se achica notablemente el espesor.

Cronología

Las emisoras privadas le sacan ventaja a ATC. Nace una nueva forma de contar la ficción y surgen ciclos desenfadados como CQC o D a 2. Cris Morena conduce Jugate conmigo y crea el fenómeno Chiquititas. Antes del final de la década, Alejandro Romay venderá su histórico Canal 9 Libertad. Susana Giménez, Marcelo Tinelli, Nicolás Repetto y Natalia Oreiro viven en esta década el máximo de su popularidad. Adrián Suar crea la productora Polka. Los canales de cable se asientan y el zapping modifica la lógica de consumo de las audiencias.

Más actualidad

En los primeros años de la década, Telefe Noticias sale a competirle a Telenoche, conducido por Mónica Cahen D´Anvers y Sergio Villarruel. En 1992, se suma al poderoso noticiero de Canal 13 César Mascetti, conformando con su esposa, una pareja que hará historia.

Importación de estrellas

La convertibilidad cambiaria permitirá que figuras como Xuxa generen su propio show en el país y que ¡Hola Susana! y Ritmo de la noche en Telefe y Almorzando con Mirtha Legrand en Canal 9 puedan recibir celebridades del exterior.

Renovación y audacia

En 1991, “América Te Ve” busca un modelo de televisión abierta solo basada en programas informativos. Cuando este proyecto fracasa, a la señal llega Crema americana, con Pato Galván, Ari Paluch y Juan Castro, producidos por Claudio Villarruel. En tanto, Moria Casán hace en canal 9 A la cama con Moria, un ciclo desenfadado donde entrevistaba a políticos en un sommier gigante. Y años después Karina Mazzocco conducirá D a 2, un ciclo que hablará sobre cuestiones vinculadas a la vida sexual. Toda una audacia, que escandalizó a muchos, en una televisión por entonces poco proclive a tocar estos temas.

Nombres potentes

En Telefe, Fernando Bravo y Teté Coustarot repasan la historia en un programa sumamente cuidado: Siglo XX Cambalache. En tanto, Jorge Lanata debuta en televisión con Día D y no abandonará más el medio. Lo mismo le sucede a Samuel Chiche Gelblung, quien deja la gráfica para hacer Memoria.

Al estilo de Repetto

Luego de la buena estrella de Fax y el tibio Loft, en Canal 13, Nicolás Repetto creará varios formatos exitosos. Arrasará en los mediodías con Nico, un ciclo de entretenimientos, y, años después, le irá muy bien con Sábado bus, una cena con varios invitados famosos, ambos por Telefe, que volverá a jerarquizar los fines de semana como prime time televisivo.

Sucesos

Arturo Puig deja la telenovela, donde encabezó títulos exitosos como Carmiña, para protagonizar ¡Grande, pa!, una comedia cándida que marcaría récords de audiencia de más de 60 puntos por la pantalla de Telefe. En 1992, Zona de riesgo propone historias adultas y una apertura en los temas retratados por la ficción nacional. El beso entre los personajes interpretados por Rodolfo Ranni y Gerardo Romano fue una bisagra en la incipiente diversidad de la pantalla.

Chico rebelde

Con un tono bien diferente al de Tinelli, Mario Pergolini hará La TV ataca y Hacelo por mí. Además creará su productora Cuatro Cabezas y le dará vida a Caiga quien caiga, el formato que abordará la realidad nacional con mordacidad y humor.

Las figuras de ATC

En la televisión estatal Reina Reech hace Colores, un programa para chicos, y Nacha Guevara apela a la autoayuda con Me gusta ser mujer. En tanto, Mauro Viale conduce un ciclo matutino en el que se desatan grandes polémicas.

Otras risas, otras caras

Alfredo Casero, Diego Capusotto y Fabio Alberti ofrecen un humor irreverente en De la cabeza y Cha cha cha. Y, en 1994, Raúl Portal crea Perdona nuestros pecados, una mirada crítica sobre la televisión que tendría muchos imitadores y continuadores.

Grandes historias

Las ficciones ganarán presupuesto y despliegue técnico. Andrea del Boca seguirá siendo la reina de las telenovelas de la tarde junto a Gustavo Bermúdez. Osvaldo Laport protagonizó Cosecharás tu siembra con Luisa Kuliok y Más allá del horizonte, con Grecia Colmenares. Tiras que fueron un éxito en la Argentina y en diversos mercados del mundo. Menos ambiciosa, pero con buena audiencia, resulta Por siempre mujercitas, con Pablo Echarri y Paola Krum. Natalia Oreiro se convertirá en estrella gracias a Ricos y famosos, acompañada por Diego Ramos, y, años más tarde, encabezará Muñeca brava en Telefe, plataforma para su transformación en ícono en distantes latitudes y en América latina.

Un nuevo jugador

Entre 1991 y 1993, Adrián Suar formó parte de La banda del Golden Rocket, una ficción exitosa previa a la fundación de su productora Polka, donde creará Poliladron. Un año después, se estrena Verdad Consecuencia, el primero de muchos unitarios que realizará en la pantalla del 13. Además con la tira Gasoleros, protagonizada por Mercedes Morán y Juan Leyrado, comenzará también una saga de comedias familiares en el horario central.

Estética adolescente

En este tiempo, la actriz Cris Morena también se estableció como conductora, productora y autora de ficción. Al frente del formato Jugate conmigo demostró manejar el código de los chicos y adolescentes, rasgo que desarrollaría con exitosos productos de ficción como Chiquititas y Verano del ´98 y Rebelde Way, con una gran carrera internacional.

Si querés llorar...

En estos años, el género del talk show, muy arraigado en la televisión extranjera, se instala en las pantallas locales. Moria Casán, María Laura Santillán, Karin Cohen, Franco Bagnato y Lía Salgado conducirán programas de este género, aunque de muy diverso tono. En tanto, Jorge Guinzburg hace La biblia y el calefón, un programa con invitados famosos sostenido en su inteligencia y desenfado. Y Georgina Barbarossa y Carmen Barbieri dejarán de lado la actuación para probarse como conductoras de magazines.

Apto para todo público

Julián Weich, Nancy Dupláa, Esteban Prol, María Eugenia Molinari y Claudio Morgado conducen El agujerito sin fin, un novedoso formato para el público infantojuvenil. Años después, Weich se consagrará como conductor en Sorpresa y media, un programa que apelará a la emoción, una fórmula infalible.

Contámelo todo

Durante esta década, Lucho Avilés realiza Indiscreciones, un ciclo de chimentos que estuvo varias temporadas en el aire. Uno de sus colaboradores era Jorge Rial, quien luego hará Intrusos por la pantalla de América durante veinte años.

Realismo

Okupas, dirigida por Bruno Stagnaro y producida por Ideas del Sur, refleja algunos rasgos de la decadencia social y es una de las primeras series realizadas para el mercado local. Además la misma productora, liderada por Tinelli, es la responsable de la tira diaria Buenos vecinos, protagonizada por Moria Casán y Hugo Arana, y del ciclo de humor Todo por dos pesos.

Los ‘90: la era del costumbrismo y los grandes shows

Fue una década que tuvo de todo: desde la reprivatización de los canales 11 y 13, en cumplimiento de una de las promesas de la campaña de Carlos Menem, a la llegada de un nuevo modo de hacer ficción, de la mano de Polka (la productora de Adrián Suar) y al surgimiento de Marcelo Tinelli como uno de los mejores conductores. Un crack del vivo.

Canal 9 ya estaba en manos de Romay y Canal 2 pertenecía al sector privado desde el ‘87. Canal 11 cambió su nombre por el de Telefe. Y otro de los grandes cambios fue que la realización de algunos programas ya se hacía por fuera de los canales. Toda una baldosa fundamental para el auge de las productoras independientes.

Canal 7 por entonces denominado ATC, la emisora no tenía que privatizar durante la presidencia de Carlos Menem siguió en manos del estado nacional, con la designación de Gerardo Sofovich como Interventor pasó a ser ATC S.A. Años después con la llegada de Fernando De la Rúa en la presidencia crea el multimedio estatal que conforman el canal de televisión y Radio Nacional.

1990. 1° de marzo, el flamante Telefe estrenó Videomatch, conducido por Tinelli. Alegría en la medianoche.

1991, Nicolás Repetto estrenó Fax, por Canal 13. El programa le valió el primer Martín Fierro de Oro.

Títulos inolvidables de una década festiva: Jugate conmigo, clásico de Cris Morena, Poliladron (la primera ficción de Polka), Ritmo de la noche, de la mano de Tinelli, Grande,pá, Verano del ‘98, Amigos son los amigos, Montaña Rusa, Los machos, Zona de riesgo (con el primer beso gay de la TV, entre Gerardo Romano y Rodolfo Ranni).

O Nueve lunas, De poeta y de loco, El oro y el barro, Atreverse, CQC y El otro lado, una perla de Fabián Polosecki, el primero en saber mostrar, con altura y respeto, la marginalidad “desde adentro”.

Y párrafo aparte para Gasoleros, la tira costumbrista que protagonizaban Mercedes Morán y Juan Leyrado. Contaba la vida cotidiana y barrial con una verdad y una cercanía interesantes. Era un cuento, con aroma a espejo. No eran héroes, eran gente como uno. Y selló a fuego el estilo.

Los '90 fueron un interesante mix de ficción y realidad, en algunos momentos sobrecargados de aroma festivo menemista.

 

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Años 2000

Ya entrada el siglo XXI, llega la liviandad de los modelos, de la mano del Plasma, los LCD y después los LED.

Cronología

La década se inició con una de las crisis económicas y sociales más furibundas que haya atravesado la Argentina. Formatos internacionales como Gran hermano coparon la pantalla, pero la carencia de recursos hizo que proliferaran programas de bajo presupuesto como los ciclos basados en paneles de opinión. Guillermo Francella impone su estilo; Los simuladores innovan en el lenguaje del medio y son un éxito fuera de nuestras fronteras; Marcelo Tinelli se multiplica entre “Bailando por un sueño” y la producción de ficción.

Público y privado

Gran hermano, Operación triunfo, Popstars y El bar instalan el género del reality en el país, esa posibilidad de mostrarlo todo frente a cámaras. Los concursantes, en muchos casos, buscan iniciar una carrera artística o simplemente mediática, pero la gran mayoría cae en el olvido de la gente a los pocos días de terminada cada competencia. Cuestión de peso es un reality de tono diferente, vinculado a cuestiones de salud y trastornos de obesidad, y supervisado por Alberto Cormillot.

Engaños entretenidos

La ficción Los simuladores apuesta a un eje narrativo que no se parece a nada. Diego Peretti, Federico D´Elía, Alejandro Fiore y Martín Seefeld conformaron un cuarteto sólido al frente de un ciclo con muchas figuras invitadas.

Entre el baile y la ficción

“Bailando por un sueño” pisa fuerte y se convierte en la gran atracción de ShowMatch. Marcelo Tinelli apela a su histrionismo para liderar el certamen de danza con una finalidad benéfica, pero los escándalos se imponen. El envío continuará en el aire durante la década siguiente. Además, su productora, Ideas del Sur, sigue apostando a la ficción: estrena la miniserie Tumberos, dirigida por Adrián Caetano, la tira de buena repercusión Costumbres argentinas y la comedia Los Roldán, con Miguel Ángel Rodríguez y Flor de la V.

Nuevas historias

Polka produce exitosos unitarios como Mujeres asesinas y la serie Tratame bien con Julio Chavez y Cecilia Roth. También con producción de Suar, Andrea del Boca abandona el culebrón tradicional y comparte con Dady Brieva el protagónico de la tira El sodero de mi vida. En Telefe, Resistiré, con Pablo Echarri y Celeste Cid, es un suceso y Montecristo marca un hito al tocar la temática de la desaparición de personas. La tira Lalola, por América, con Luciano Castro y Carla Peterson, pone en tensión los roles tradicionales de los protagonistas.

Adolescentes en la mira

Rebelde Way, Floricienta, Patito feo y Casi ángeles son títulos de ficción que se dirigen al público más joven. Obtienen muy buenas cifras de rating y permanecen en el aire varias temporadas. Las dos primeras son adaptadas en el exterior con gran éxito.

Una vuelta de tuerca

Durante 2001 y 2002, Guillermo Francella repone el género del programa de humor basado en sketches y lo actualiza. Poné a Francella, por la pantalla de Telefe, se convierte en un gran éxito.

El gusto es nuestro

Llega la adaptación local de famosas sitcoms norteamericanas. La niñera y Casados con hijos, ambas protagonizadas por Florencia Peña, fueron dos títulos de impecable factura nacional que recrearon las historias originales, pero aportándole idiosincrasia argentina. En Casados con hijos, el protagónico también recayó en Francella, Erica Rivas, Marcelo De Bellis y los hermanos Lopilato. Amas de casa desesperadas y ¿Quién es el jefe? se sumaron a la tendencia, pero con menor repercusión.

Nace una dupla

Cristina Pérez y Rodolfo Barili comienzan a conducir Telefe Noticias, siendo la pareja que, a la fecha, más tiempo estuvo al frente de un noticiero superando a Mónica Cahen D´Anvers y César Mascetti, quienes se despidieron de Telenoche en diciembre de 2003, dejándole paso a María Laura Santillán y Santo Biasatti.

¡A jugar!

El último pasajero con Guido Kaczka retoma la idiosincrasia de Feliz domingo. Entre 2003 y 2006 se emiten las primeras temporadas de Trato hecho, una franquicia holandesa que aquí condujo Julián Weich y, actualmente, lidera Lizy Tagliani.

Las mañanas toman protagonismo

La competencia por liderar la audiencia en esta franja horaria es tan fuerte como en el prime time. Se estrenan los ciclos Mañanas informales con Jorge Guinzburg y AM con Verónica Lozano y Leo Montero. Y en la década siguiente se sumarán a este horario Gerardo Rozín, Florencia Peña, Guillermo Andino, Ángel de Brito y Mariana Fabbiani, aunque con resultados dispares.

Los primeros 2000: entre el reality y la realidad

La tecnología empezó a tallar fuerte en el medio y la tele corrió rápida y cómodamente sus límites hacia todos los ángulos. La supo incorporar. Fue un gran maridaje.

En julio del 2000, Telenoche inauguró el uso de la cámara oculta en periodismo de investigación.

Y, desde un arrabal de la realidad, la tecnología se puso al servicio de un género que llegó para quedarse: el reality. En marzo de 2001 debutó Gran hermano, versión local del exitoso formato de Big Brother, con 14 personas encerradas en una casa.

No había “afuera” para ellos. Y nosotros éramos testigos de esa experiencia novedosa de Telefe que arrasó con el rating. Por esa puerta entraron luego El bar, Operación Triunfo, Popstars, Confianza ciega, Super M, Cuestión de peso.

Pero la ficción seguía firme, amén del avance de los “perfectos desconocidos” que buscaban resistir el encierro a cambio de un premio.

Fue la década en la que se estrenaron Okupas (producida en el 2000 por Tinelli, que ahora llegó a Netflix y es un fenómeno del streaming), Tumberos, Resistiré, Tratame bien, Lalola, Padre Coraje, Vidas robadas y esa magnífica producción deJuan José Campanella llamada Vientos de agua, con la vara de la calidad por las nubes, y con Héctor y Ernesto Alterio arriba del barco de las megaproducciones.

También fue la década para un hit de Jorge Guinzburg, el hombre que despabiló la franja matutina con sus Mañana informales en 2005, por Canal 13. Ya había programas informativos en las primeras horas del día, pero no un magazine como los que ahora asoman entre las 9 y las 13 y ya son moneda corriente. Lo suyo marcó un quiebre. Vaya si sabía Guinzburg de TV (murió en 2008).

La certeza de que, amén de las limitaciones económicas, se podía ir por mas convirtió a la TV de aire y ala de cable muy competitivas. Todavía no asomaba con fuerza la amenaza del streaming.

 

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Años 2010

Comienza el fenómeno Smart TV, con pantalla curva, conexión a internet, contenido en Streaming que ofrecen las plataformas como Netflix.

Cronología

Antes de celebrar sus 70 años de vida, la televisión argentina altera algunas fórmulas instaladas. El rating se mide minuto a minuto y dictamina el destino de los programas. El cable, y las plataformas de streaming le quitan audiencia al medio y le restan pauta publicitaria, para terminar alterando la forma de consumo de sus contenidos, que también se vuelcan a las redes sociales. Las grandes figuras empiezan a sentir el desgaste de fórmulas y lenguajes otrora exitosos.

Como te ven, te tratan...

Mirtha Legrand bate el récord de permanencia en la pantalla. En 2012 interrumpe su ciclo de almuerzos para volver a la ficción con La dueña, una miniserie emitida por Telefe. En 2013, La Chiqui regresa a su clásico ciclo por la pantalla de América inaugurando el horario de los domingos, modalidad que continuará en Canal 13, emisora donde sumará luego un espacio sabatino. Solo la pandemia pudo alejar a la diva de la pantalla, quien le cedió su lugar momentáneamente a su nieta Juana Viale.

Diva total

Susana Giménez también adoptó los domingos para llevar a cabo su lujoso show estelar. El programa lidera el prime time en el cierre del fin de semana con una fórmula probada: humor, invitados especiales y juegos. A raíz de la pandemia, la diva decidió interrumpir su salida al aire durante los dos últimos años.

Entre ollas y hornallas

Cocinar en televisión cobró un atractivo que reformuló aquello que hacían precursoras como Doña Petrona, Chichita de Erquiaga y Choly Berreteaga. Ahora, en torno a las hornallas se enseña a cocinar, se realizan shows musicales y hasta competencias basadas en formatos internacionales. La peña de morfi, El gran premio de la cocina, Bake Off, el gran pastelero, MasterChef y MasterChef Junior, son los principales formatos que representan esta tendencia. MasterChef Celebrity, conducido por Santiago del Moro, le devuelve a la televisión ratings olvidados.

Más entretenimiento, menos ficción.

Marley conduce ciclos exitosos como Minuto para ganar, Tu cara me suena y el formato de viajes Por el mundo. La ficción no estuvo ausente en esta década, aunque pisan fuerte títulos de origen extranjero como las novelas turcas como antes lo fueran las mexicanas y brasileñas. Polka hace una gran inversión al estrenar una tira de época, Argentina, tierra de amor y venganza, y vuelve a traer algo del brillo de los tiempos pasados, pero luego la productora atravesará una grave crisis financiera que se profundizará con la pandemia de Covid-19.

Fin de una época

María Laura Santillán deja Telenoche, que pasa a manos de Diego Leuco y Luciana Geuna. Telefe Noticias sigue liderando su franja. Con los años, los noticieros apelaron a descontracturarse y buscaron contar las noticias de una forma más atractiva.

El sexto canal

Luego de muchos años, el 1° octubre de 2018 se inaugura un nuevo canal de televisión abierta: Net TV. La señal cuenta con figuras como Pampita Ardohain y Mariano Peluffo.

Ellas

Con diferentes recorridos y tiempos en pantalla, Flor de la V, Lizy Tagliani, Mariana Genesio y Diana Zurco ocupan espacios relevantes en una televisión que aporta diversidad a sus figuras e historias.

La década del 2010: nunca la den por muerta

Es cierto, la tele ya no es lo que era. Pero ahí está, cantando Resistiré, ingeniándoselas para que no se apague la llama del ritual de ver un programa a la hora señalada (o 15 minutos más tarde, de acuerdo a la estrategia del rating). Lo hizo toda esta última década y lo sigue haciendo ahora, en pleno 2021, cuando el streaming y el On Demand coparon la parada a la hora del consumo audiovisual.

Nadie le quita brillo a la chance de ver lo que uno quiere cuando quiere o puede, pero en muchas familias quedó, todavía, esa necesidad de ritual. Ritual que tampoco es lo que era, porque un programa se puede ver por la tele y, al mismo, comentar en las redes. Que lo digan los fans de MasterChef o La voz Argentina (Telefe), capaces de llevar la aguja del rating por encima de los 20 puntos.

Atrás quedaron los 30 o 40 puntos que hacía el ShowMatch de Tinelli, pero no hace tanto de eso, tampoco. Esta última década tuvo éxitos masivos como el suyo, como Graduados, como Historia de un clan, El marginal o Un gallo para Esculapio (estas cuatro útlimas nacidas de esa usina inagotable que es Sebastián Ortega), como el PPT de Jorge Lanata.

La cuarentena del 2020 reivindicó la necesidad de los noticieros y los hizo crecer no sólo en cuanto a duración (Telenoche o Telefe noticias duplicaban su extensión ante el vértigo informativo), sino también en contenido y enfoques, con el mundo al alcance de la mano. “¿Ché, ¿sabés si llueve en Turquía” o “¿Qué consecuencias trajo el terremoto?”. Todo se volvió inmediato y posible.

Y con el dramático minuto a minuto del coronavirus en cada rincón del planeta: cifras de contagios, muertes y ocupación hospitalaria actualizadas permanentemente.

La High Definition (alta definición), un cambio radical en cuanto a la nitidez de imagen, comenzó a copar las transmisiones, como para no dar ventajas frente a todos lo que se venía digitalmente hablando.

El 1° de octubre de 2018 llegó el sexto canal de aire, Net TV, propiedad de Perfil. Casi todo lo que las señales transmiten se puede ver en muchos más dispositivos que el viejo y querido televisor, ése que hace 70 años era enorme y simple, y ahora es capaz de tener funciones inimaginables. Le dice “televisor inteligente”, aunque todavía algunos insistan con la etiqueta despegada de “caja boba”.

Ahora compite con ellos y contra el streaming. Supo ganar, sabe perder, pero nada indica que la televisión tradicional vaya a abandonar la carrera. Nos vemos para celebrar los 80.

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Años 2020

En la década se suman nuevos streamings como Amazon Prime Video, Disney+, Star+, Paramount+ y HBOMax.

Iniciando su octava década de vida, la televisión encuentra en sus programaciones una renovación de conductores, como Jay Mammon y Darío Barassi, pero no de propuestas relevantes. Debido a la pandemia, la pauta publicitaria cayó y afectó los presupuestos de las emisoras, que deben luchar contra el surgimiento de nuevas plataformas y de la competencia que le plantean las redes sociales. Seducir a las nuevas generaciones y sumar audiencias es el gran desafío. Al pensar en una etapa, se enciende la posibilidad de una nueva era televisiva.

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  • elholandes cambió el título a Historia de la televisión argentina

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