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(Edición del Mes: 4 Año: 2005)

 

Desde hace casi cinco años ESPN produce buena parte de su programación en un estudio de Juramento y Avalos. La cadena televisiva transmite desde allí a catorce millones de abonados del continente, cuatro de ellos exclusivos de nuestro país. Fuimos invitados a presenciar una de las emisiones de SportsCenter, el noticiero deportivo más famoso del mundo, y luego dialogamos con sus productores y conductores.

 

Una señal de cable obligatoria para los amantes del deporte -en especial para quienes disfrutan las transmisiones del fútbol italiano o español y la cobertura de los grandes torneos de tenis- es ESPN. Este redactor se reconoce particularmente fanático de SportsCenter, el caballito de batalla del canal, que tiene versiones en países e idiomas inimaginables. Por eso fue el primero en sorprenderse cuando se enteró de que la cadena norteamericana de noticias deportivas transmitía buena parte de su programación desde Villa Urquiza, a pocas cuadras de su casa.

 

La admiración profesional por ese medio de comunicación y su presencia en el barrio lo alentaron a iniciar gestiones ante las autoridades de la emisora vecina para realizar una producción periodística. La solicitud no sólo fue bien recibida sino que a las pocas semanas El Barrio era invitado a acceder a los estudios del “líder mundial en deportes”, tal es la autodefinición de ESPN, y presenciar una de las emisiones del noticiero deportivo. Sí, el de la famosa cortina “ta-ra-rá, ta-ra-rá”, que en los Estados Unidos tiene una legión de seguidores.

 

La primera sorpresa al ingresar al estudio de Juramento y Avalos -a no confundirse con las oficinas de Multicanal- es que todo luce igual que como se ve por televisión: es decir, no hay efectos especiales ni un decorado virtual. La escenografía es bien real y está construida con acrílicos trans-iluminados por luces de colores, particularmente en la gama del azul, el rojo y el púrpura. Tres grandes pantallas de plasma, una horizontal enorme ubicada detrás de los conductores y otras dos verticales a los costados de cada uno de ellos, completan la artística del "show", como definen en ESPN al programa. Y tres cámaras registran los diferentes planos de los conductores, juntos y separados.

 

Todo luce radiante en el set televisivo, como si se tratara de un shopping, y funciona a la perfección. Esto no significa que la espontaneidad esté ausente, sino todo lo contrario: los periodistas la aportan permanentemente y así el programa gana en frescura y hasta en humor. Tanto su brillante clip de apertura como las distintas acotaciones sobre los "bloopers" que ofrece el deporte están pensados para, además de informar, entretener al espectador. Y vaya si lo consiguen.

 

Desfile de figuras

 

SportsCenter es un programa muy popular en los Estados Unidos, donde ya superó los 30.000 envíos. El formato debutó en la Argentina el 15 de noviembre de 2000 y está próximo a alcanzar las 3.500 emisiones. El lugar elegido para montar los estudios desde donde se transmite el ciclo fue el edificio de la ex productora de Alfredo Casero, “La Garza”, en Juramento 5079. Eso explica que más de una vez nos cruzamos con los integrantes de “Cha Cha Cha”, aquel programa bizarro del hoy cotizado actor. Pero las comodidades del lugar se aprovechan además para hacer las emisiones de fútbol en vivo y grabar los programas Simplemente fútbol, con Quique Wolff; Hablemos de fútbol, con Víctor Hugo Morales y Roberto Perfumo; y A todo motor, con Rubén Daray, entre otros.

 

SportsCenter tiene dos versiones: una para el cono sur, que va a las 20, y otra para toda Latinoamérica, a partir de la medianoche. Pablo Mamone, Víctor Pochat y Juan Yankilevich son las cabezas del programa, que tiene como conductores a Quique Wolff, María Martínez Gálvez, Pablo Stecco, Miguel Simón, Alejandro Coccia, Jorge Barril, Ramiro Penas, Gustavo Sgalla y Carolina Guillén.

 

Quisimos saber la receta de este sabroso plato que ESPN sirve todas las noches sin que uno lo repita. La clave, nos explicaron, es una combinación exacta de ingredientes: los productores arman la pauta del programa y coordinan desde el control a los noteros, al operador de tapes (el que va enviando al aire las notas), al operador de gráfica (el que genera los fondos decorativos que luego se reproducen en grandes pantallas de plasma), al operador de sonido, a los responsables del tease o clip de apertura y de las idas a corte, a los productores de zócalos (subtítulos) y placas estadísticas, a los redactores, a los conductores… y sigue la lista.

 

Para tener una idea de los recursos que involucra SportsCenter digamos sólo que en cada programa intervienen unas 120 personas, entre técnicos, camarógrafos y periodistas. “El programa respeta un cien por cien al de Estados Unidos, incluso en la artística y en el diseño del set. El concepto que ellos tienen de noticiero es de espectáculo, por eso lo llaman show. Como el ciclo va en vivo a toda Latinoamérica evitamos el uso de argentinismos. Además tratamos de no opinar”, explica Diego Correa, uno de los productores. Un recurso atractivo del programa es el “Bottom Line”, una especie de cinta sinfín que corre al pie de la pantalla y actualiza los resultados deportivos al instante.

 

Programa dinámico

 

“La rutina del programa incluye las notas que tocan, si van en vivo o grabada, los planos de los conductores, el tipo de música que corresponde… Nosotros tenemos una nota por casete, para evitar perder tiempo rebobinando o adelantando la cinta. Este es un programa muy dinámico: las notas duran entre treinta segundos y un minuto y medio. Entonces cuando se terminó un tape ya estamos cargando el otro. Tenemos un promedio de veinticinco notas por programa, que equivalen a otros tantos casetes. Una de mis tareas es estar en contacto con los conductores e indicarles si están cortos o largos con los tiempos”, enumera Víctor Pochat, uno de los máximos responsables del show.

 

Víctor inició su relación con ESPN hace ocho años. Durante los tres primeros actuó como periodista free lance en producciones de rugby, fútbol y automovilismo. En agosto de 2000 fue convocado para concebir SportsCenter junto con Pablo Mamone y Juan Yankilevich; entre los tres armaron el proyecto desde cero. Antes trabajó cinco años y medio en la Sección Deportes del diario Clarín.

 

No es del barrio, pero vivió en Colegiales, Belgrano y, desde hace cuatro meses, en Palermo. “Conozco Villa Urquiza, no me es ajeno -aclara-. Voy a hacer trámites al banco de la otra cuadra, compro en Farmacity, pido comida en Plaza del Carmen… Es un tipo de barrio en el que me siento cómodo, en el que podría vivir tranquilamente”.

 

La pionera

 

María Martínez Gálvez tiene el privilegio de conducir SportsCenter desde sus inicios. Junto con Carolina Guillén, la otra mujer del equipo, compiten en belleza. “Ella es rubia y linda y yo soy morocha y linda”, dice salomónica. “En el primer show acompañé en la conducción a Quique Wolff. Ese día jugaba la selección argentina en Chile y teníamos un móvil con Alejandro Coccia. También estaba Fernando Palomo, que se ocupó del basquet. De los cinco que empezamos el ciclo el único que no participó de ese primer programa fue Miguel Simón”, recuerda María con precisión.

 

Sus comienzos profesionales fueron en Radio Mitre como locutora, después trabajó en la revista Gente, continuó en el desaparecido canal de cable Red de Noticias, hizo un noticiero de deportes para la señal internacional de Telefe con Enrique Sacco y de ahí pasó a Telefe Noticias, donde tenía una columna deportiva. Las autoridades de ESPN repararon en ella y no dudaron en convocarla.

 

“Hacer un programa deportivo me resulta más sano que informar sobre actualidad. En este último caso nunca te podés privar de la mala noticia y a mí se me convertía en algo bastante agotador. Uno puede elegir no leer más los diarios: violaciones, robos, muertes, asesinatos… Después plantearemos si como ciudadano está bien o no. Vincularme con el deporte me parece más sano para afrontar la cotidianidad. Yo disfruto mucho haciendo SportsCenter. En parte eso tiene que ver con la tranquilidad que los productores nos brindan. No hay improvisación, todo está controlado”, razona María, que vive en Recoleta y no ha tenido oportunidad de conocer demasiado Villa Urquiza.

 

Encima hubo una época complicada, cuando asaltaron Plaza del Carmen”, dice, en alusión al fin de año trágico de 2003. La conductora es aficionada a los deportes: ha jugado campeonatos de fútbol en la escuela de Claudio Marangoni y también practicó hockey y tenis. “Desde chiquita hasta hoy”, aclara orgullosa.

 

Una conductora “chévere”

 

En Venezuela trabajaba en un canal deportivo llamado Meridiano Televisión: era parte del staff de locutores del béisbol profesional. En la filial argentina de SportsCenter había un conductor salvadoreño, Fernando Palomo, que fue transferido a México. Entonces quedó abierta la vacante para un extranjero, considerando que una de las versiones del noticiero sale a toda Latinoamérica, y la elegida no fue otra que la bonita Carolina Guillén. “Además se me abrió la puerta por mi dominio del béisbol, algo que en la Argentina no se conoce. Este deporte debería pegar más en este país, sobre todo por el campo de juego que tienen en Ezeiza”, expresa con acento caribeño.

 

Carolina debutó en ESPN cubriendo desde los Estados Unidos el Juego de las Estrellas de béisbol y llegó al país en agosto de 2004. Literalmente, se siente jugando en las “grandes ligas”. “Hago lo que me gusta, esto es mágico”, asegura. Pero inmediatamente aclara que ni ella ni sus compañeros son meros presentadores de noticias. “Aquí hacemos de todo. No existe el telepronter (N. de la R. Apuntador electrónico, muy común en los noticieros), lo que decimos a cámara es producto de lo que sabemos y de lo que nos hemos preparado con anterioridad. Para eso venimos con un margen de tiempo al show”, sostiene.

 

En Buenos Aires Carolina lleva una vida muy diferente de la que tenía en Venezuela. “Trabajo durante horas en que los demás sociabilizan. Salgo a la noche para ir a trabajar, cuando en Venezuela me levantaba a las cinco de la mañana”, ilustra. Al igual que María Martínez Gálvez, vive en Recoleta y no tiene mucha relación con Villa Urquiza. Casi no conoce al barrio, aunque su maquilladora vive frente al estudio de ESPN. “Y cuando tengo una emergencia voy a la peluquería de la esquina”, cuenta.

 

Para referirse a su presente profesional, la venezolana cita una frase muy trillada que plantea que el día que uno deje de sentir vértigo significa que se acabó la pasión por lo que hace. “Yo estoy fascinada porque todos los días aprendo algo nuevo y tengo algo que mejorar para el día siguiente”, afirma con humildad. Y cree que en algún momento, por su especialidad en deportes americanos, tendrá que dar un salto hacia el norte.

 

Testigo del nacimiento

 

Cuando SportsCenter aún no existía Pablo Stecco ya grababa flashes informativos cinco veces al día. Eso duró un año, hasta que finalmente se lanzó el noticiero. A los 27 años se encuentra consolidado en la conducción y hasta le imprime un estilo personal.

 

“Yo no venía del palo del periodismo deportivo, así que para mí fue un desafío muy grande. Había hecho algunos programas que tenían que ver con la juventud en Canal 7 y también un poco de radio, pero nada relacionado con el deporte. Me presenté a un casting que hizo la empresa y así ingresé, se presenta. El joven conductor afirma que acumuló sobre la marcha una importante experiencia y que sus compañeros fueron “una escuela”. Pablo trabaja para las dos ediciones, la local y la internacional, y se divierte haciendo el programa. “Me gusta llegar cuatro horas antes para interiorizarme de los temas del día”, comenta.

 

Con cinco años de experiencia, Pablo parece haberle perdido el miedo al vivo, aunque reconoce que a veces asoma cierta tensión porque no vio determinada nota o un partido se está definiendo en el mismo momento que el programa sale al aire. Vecino de Adrogué e hincha de Temperley, muchas veces pensó en venirse a vivir a Villa Urquiza por la distancia que debe recorrer, pero finalmente priorizó a su familia. “Le tomé cariño a esta zona”, acota y suena sincero.

 

De Ushuaia a Tijuana

 

SportsCenter tiene, como dijimos, dos ediciones. Una a las 20 que sale para el cono sur (Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile) y otra a las 24 que sale para toda Latinoamérica (el cono sur más México). La conclusión sería la siguiente: el programa que se ve en Buenos Aires, Temuco, Caracas y Tijuana se hace en Villa Urquiza. Son en total catorce millones de abonados que diariamente reciben SportsCenter desde nuestro país, cuatro de ellos argentinos.

 

¿Cómo se lleva ESPN con la competencia? Junto a TyC Sports y Fox integra el trío de señales de deportes por excelencia, pegaditas una al lado de la otra en la pantalla. El derecho a la información permite a los canales pasar hasta un par de minutos de las noticias emitidas por los colegas, así que deben compartir muchas de sus producciones exclusivas. “Tenemos un convenio con Fox por el cual nos dan el compacto limpio de los goles de la Copa Libertadores y la Fórmula 1 y nosotros le damos a cambio tenis y fútbol europeo, hay respeto. Con TN también tenemos una buena relación, por el pasado profesional de Juan Yankilevich, y ellos también nos proveen material. En cambio con TyC Sports hay más distancia”, compara Víctor Pochat.

 

Ya es tarde y el productor nos acompaña hasta la puerta, mientras ensaya una última reflexión sobre el programa: “SportsCenter es un noticiero moderno que tiene seriedad informativa y es a la vez entretenido, además de atractivo visualmente. Teníamos miedo de que resultara muy yanquilandia, pero por suerte fue aceptado por la gente”.

 

Agradecemos a Claudia Almide, integrante de ESPN, por su valioso aporte para la producción de esta nota.

 

Breve historia de ESPN

 

Fundada por Bill y Scott Rasmussen, padre e hijo, la cadena ESPN inició sus emisiones el 7 de setiembre de 1979 como Entertainment and Sports Programming Network. Sin embargo, dejó de usar el nombre completo en febrero de 1985 cuando la compañía adoptó un nombre corporativo, ESPN, Inc., y un nuevo logo. Estudios de mercado recientes indican que en los Estados Unidos SportsCenter, la nave insignia de la compañía, ya es una marca tan reconocible como ESPN.